Las ciudades, con relación a su protagonismo social y económico, adquieren una importancia creciente y un mayor reconocimiento de la participación ciudadana, en la necesidad de canalizar y efectuar las transformaciones profundas que toda ciudad necesita, reuniendo y poniendo en común las iniciativas públicas y privadas. La participación ciudadana se inserta en el debate político actual, donde cobran importancia significativa: la democracia representativa y los procesos de democracia directa o participativa. Situaciones que están estrechamente ligadas, hacer más efectiva la democracia representativa a través de los mecanismos de participación política, teniendo como ámbito propicio, el nivel municipal. La institución del presupuesto participativo, permite garantizar la participación de la comunidad, en las etapas de elaboración, definición, acompañamiento y control de la ejecución del presupuesto anual. Significa un esfuerzo genuino e importante, orientado a construir instituciones políticas apropiadas a los tiempos actuales, estableciendo nuevos procesos políticos y administrativos. A su vez, incentiva la generación de estructuras que posibiliten tanto, la organización propia municipal como de la sociedad, gestionando y mejorando los procesos en apoyo de su planificación y estrategias para satisfacer plenamente las necesidades y expectativas de los ciudadanos.

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