Se presenta una propuesta de reforma administrativa del sistema de salud brasileño, particularmente en lo que respecta al sistema de asistencia médico hospitalaria. Se ofrece un diagnóstico de la situación del sistema de salud, se exponen las premisas de la reforma, y se examina la transferencia y descentralización del mismo a organizaciones del sector público estatal y no estatal.El Sistema Unico de Salud (SUS), instituido por la Constitución brasileña de 1988, es un sistema integrado de asistencia médica garantizada por el Estado, y representa la política social más importante e innovadora adoptada en este país desde la transición democrática de 1985. La implantación del programa se ha realizado en forma parcial, de modo que hacia 1993 el Ministerio de Salud publicó un informe referido a la necesidad de llevar adelante la descentralización de los servicios de salud.El problema fundamental enfrentado por la medicina ambulatoria y hospitalaria está en que los servicios no están disponibles para la población ni en la calidad ni en la cantidad mínima deseable. Entre las causas que han producido esta situación se destaca el aspecto financiero, así como también las causas de carácter administrativo. Por otra parte, la centralización prevaleciente y la falta de distinción entre la oferta y la demanda de servicios hospitalarios determinan una dificultad esencial en el control de los hospitales, facilitando la corrupción y la ineficiencia.A través de cinco premisas de la reforma propuesta, se presume: 1) que la descentralización permite un mejor control de la calidad y de los costos de los servicios prestados localmente; 2) que la descentralización acompañada de control social estaría doblemente garantizada; 3) que la separación clara entre la demanda y la oferta de servicios permite el surgimiento de un sólido mecanismo de competencia administrado entre los proveedores de servicios; 4) que el sistema de envío a puestos de salud y hospitales generales evitaría gran cantidad de hospitalizaciones inútiles; y 5) que a partir de la efectiva responsabilización de los gobiernos locales, la auditoría del Ministerio de Salud en los hospitales pasaría a tener un carácter complementario de la auditoría permanente de nivel municipal.El Gobierno Federal impulsará las tendencias modernas de gestión del Estado en el área de la salud al privilegiar la descentralización, reconocer y valorar el papel de los gobiernos locales en la provisión de servicios públicos esenciales, con una mayor racionalidad y control operativo y social. Al privilegiar la calidad de la atención al usuario, el Gobierno Federal se alineará con las tendencias actuales de gestión, que al tiempo que valoran la competencia y buscan resultados, tienen como eje al ciudadano.El énfasis en la compra o la demanda de servicios de salud reducirá los costos operativos del SUS correspondientes al Gobierno Federal, optimizando su gestión operativa y administrativa. Por otra parte, al garantizar que las economías realizadas por los municipios sean canalizadas hacia su propia medicina sanitaria, el Gobierno Federal estará reconociendo la importancia de dichos gastos en un país como Brasil, donde las ganancias a obtener de acciones de salud preventiva son enormes. C.S./M.T.

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