Ponencia que tiene por objetivo conciliar en un punto de equilibrio las siguientes variables: a) la organización pública tradicional y la burocracia, b) el cambio político-económico-social, c) las necesidades sociales, d) la revolución de la informática en la administración pública, y e) el rol social y humanizador del administrador público. Trata los siguientes temas: pautas para un diagnóstico de la situación administrativa vigente; la necesidad de tecnificación del sistema administrativo; la productividad administrativa; el contenido social de la informatización en la administración pública; los cambios administrativos y sociales; los productos de la informática para facilitar la relación con el público; los nuevos objetivos y técnicas administrativas; las claves para la información y la programación administrativa; las relaciones entre la administración y el público; las diferencias entre las oficinas públicas y las privadas; los incentivos para el recurso humano; el recurso natural; la participación y la coordinación de recursos humanos, materiales y técnicos. Pretende destacar la relación entre la productividad y las técnicas para mejorar los métodos de la actividad administrativa. Plantea criterios para modernizar y perfeccionar la administración pública, para hacerla más eficaz y con mayor contenido social en la prestación de servicios a la comunidad. Expresa que el mejoramiento del sector público resulta una ilusión si no adopta como punto de partida el mejoramiento efectivo del personal que tiene a su servicio. Concluye señalando la necesidad de escuchar "la voz de los administrados" que piden la simplificación de los trámites, la reducción de costos, y mayor eficacia y rapidez en los servicios. La administración pública necesita aprender a valorar el tiempo del público, abriéndose al progreso tecnológico y fundamentalmente a la sociedad, a la que -en definitiva- dirige su labor.

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