En Chile, el proceso de modernización de la gestión pública ha tenido una aproximación administrativa. Para que este proceso tenga una dinámica propia y sostenida en el tiempo la capacidad de innovar es fundamental. En este contexto, en 1999 se desarrolló el Premio Nacional a la Innovación en la Gestión Pública. El 2001 fue reemplazado por el Sistema de Información de Experiencias de Gestión.Pese al consenso que genera la importancia de la innovación para un desarrollo organizacional sostenido en el tiempo, estas herramientas no se han hecho cargo realmente de este tema. Las capacidades de innovar están relacionadas entre otros elementos, con las redes organizacionales, el trabajo en equipo, la historia y la cultura organizacional, el liderazgo, la predisposición y movilidad de los recursos humanos y la flexibilidad de los procesos administrativos.Al comparar el Premio y el Sistema de Información de Experiencias de Gestión se observa que son similares. Si bien los procesos internos difieren, los objetivos son prácticamente los mismos. La identificación de buenas prácticas de gestión y/o soluciones innovadoras a problemas de gestión y su posterior difusión, vía Internet y/o libro de casos es una buena descripción de lo esencial en ambos casos.Factores positivos para la innovación son la creación de redes entre servicios y el fomento del trabajo en equipo. También se reconoce y se estimula al jefe del servicio como elemento promotor de la innovación. Factores negativos son la precariedad y volatilidad de estas iniciativas y el poco impacto en la flexibilización de los procesos de gestión.Desde el punto de vista de la elección del instrumento, no queda claro cuál fue el fundamento técnico para reemplazar el Premio a la Innovación por el Sistema de Experiencias de Gestión. No queda claro las ventajas relativas de una u otra alternativa en relación con los objetivos que presentan.El análisis muestra que estos sistemas están orientados a la difusión de conocimiento y que por lo tanto su efectividad se logra en la medida que esta difusión se produce. Por tal razón, ambas iniciativas deberían haber incluido algún sistema de monitoreo de transferencia de experiencias.Sin embargo la principal conclusión de este trabajo, es que el tema de la innovación en la gestión pública no es abordado en forma explícita. La contribución que estos proyectos han tenido y probablemente tendrán en la modificación de la cultura organizacional del sector público chileno es limitada.Se puede concluir que el tema de la innovación en la gestión pública ha estado ausente de la agenda modernizadora chilena. Esta característica del proceso de modernización de la gestión pública en Chile es una debilidad importante puesto que, como se ha dicho reiteradamente la capacidad de innovación genera una dinámica de mejoramiento continuo autosustentable, clave para los desafíos que el Estado tendrá que enfrentar a futuro.

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