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INAP-AR:CD 45 Congreso VII | Disponible | 008656 |
Hay una corriente general de revalorización de lo local y de búsqueda de nuevos paradigmas de desarrollo y nuevos vínculos entre Estado y sociedad, y hay actores sociales, políticos, estatales e intelectuales que apuestan al municipio como pieza clave en su proyecto de sociedad futura. El centralismo, como modelo institucional y cultural, está cuestionado en América Latina. Esta herencia ibérica, surgida a su vez de la concepción francesa del Estado central, ha cumplido todo su ciclo. Existen tendencias universales ("megatendencias") que empujan hacia la descentralización. En Chile, la descentralización aparece, principalmente, como reforma democrática, como reforma del Estado y como reforma de la participación social territorial.En la última década, se han emprendido importantes procesos de reforma política, y en todos estos procesos la descentralización del estado ha sido planteada como uno de los objetivos básicos. El retorno a la democracia participativa significa una ruptura progresiva con los viejos modelos de centralización gubernamental, dentro de un marco más amplio de democratización de los países latinoamericanos, a través del cual se devuelve a la ciudadanía (expresada en su más directa y pura representatividad: el Municipio), el derecho y él deber de solucionar los problemas de sus comunidades y de buscar el desarrollo, como gestión, en todo y para todos.La descentralización hoy parece ser consustancial a la democracia, al proceso de democratización del Estado. La descentralización es, según Jordi Borja, "un proceso de carácter global que supone, por una parte, el reconocimiento de la existencia de un sujeto -una sociedad o colectividad de base territorial- capaz de asumir la gestión de intereses colectivos y dotado a la vez de personalidad socio-cultural y político-administrativa, y, por otra parte, la transferencia a este sujeto de un conjunto de competencias y recursos (financieros, humanos, materiales) y que podrá gestionar autonómicamente en el marco de la legalidad vigente". La descentralización, tiene como fin último, el reforzamiento de las capacidades de autonomía e independencia en la toma de decisiones de los Gobiernos Regionales, Provinciales y en la Administración Local.La descentralización del aparato estatal y, en particular, el fortalecimiento decisivo del municipio en cuanto instancia de gobierno local, constituyen en este sentido condiciones necesarias pero no suficientes. En efecto, facultades y recursos no bastan. Para garantizar que la participación realmente se materialice, es preciso que la comunidad y, dentro de ella, sobre todo "los hasta aquí excluidos", se posesionen de hecho y hagan uso eficaz de dichas facultades y recursos.La consolidación de la democracia hace que hoy la política municipal se evalúe como gestión, y esta última como satisfacción de la ciudadanía. Cuando el autoritarismo era la norma, el ciudadano era súbdito, hoy desea ser protagonista, consultado, atendido y satisfecho. La ciudadanía tiende cada vez más evaluar la gestión de las administraciones locales por los resultados.La legitimidad de la acción del poder municipal se basa, hoy, más en su capacidad de dar respuesta a las demandas de los sectores implicados en sus ámbitos de actuación, que en su teórica legitimidad ideológica o constitucional. La nueva estrategia modernizadora de las administraciones locales se centra, ante todo, en lo que es su nueva legitimidad: la prestación de servicios. Esta propuesta comporta un cambio de perspectiva: las administraciones deben reinventarse a partir del punto de vista de los ciudadanos. Se trata de un profundo y trascendental cambio de su sentido e identidad.La participación, más que un obstáculo a una eficiente gestión municipal, debe convertirse en un factor de modernización. Debe desecharse el mito de la incompatibilidad entre eficacia y participación. Es evidente que la participación no es la panacea, pero también es cierto que es una de las vías de progreso y de solución de problemas locales. Para lograr una participación ciudadana eficaz es preciso modernizar la administración local. A nivel mundial se observa una clara tendencia modernizadora en las administraciones públicas, basándose en la en el enfoque de la nueva gestión pública (new public management), que sin duda se vuelca con mucha fuerza a nivel local.Dicha transformación apunta a un nuevo modelo de gestión municipal, caracterizado por gestión de calidad apuntado a los servicios y la relación entre administración y cliente/ciudadano, planificación estratégica tanto a nivel territorial como a nivel institucional, control de la gestión (controlling), gestión estratégica financiera, gestión estratégica de personas y desarrollo organizacional (cultura organizacional, aplanamiento de estructuras y basada en procesos). Produciendo un cambio paradigmático en la administración, la municipalidad pasa a ser receptiva, participativa, centralizada en el cliente/ciudadano y basada en objetivos y resultados.Dicho cambio organizacional, que afecta tanto a la organización y las personas no es simple, se requiere acompañar dicho enfoque con una nueva cultura organizacional, basada en la calidad, que significa cambiar la personalidad de toda la organización, reorientándola hacia la excelencia.Como señala Maquiavelo "nada hay más difícil de emprender, más peligroso de conducir, más incierto de lograr, que la introducción de un orden de cosas nuevas". Para poder enfrentar dicho proceso se requiere involucrar a todo el sistema, tanto funcionarios como usuarios y principalmente las autoridades deben estar convencidos e impulsar dicho cambio organizacional.De lo anterior, algunos autores como Frtjof Capra plantea que, el nuevo paradigma es que los fenómenos físicos, químicos, biológicos, psicológicos, sociales y culturales están relacionados y dependen mutuamente. Estamos presenciando un cambio paradigmático: "De lo que tenemos necesidad es de un nuevo paradigma, de una nueva visión de la realidad; de un cambio fundamental de nuestros pensamientos, percepciones y valores. Los comienzos de este cambio, del paso de la concepción mecanicista a la concepción holística de la realidad, ya son visibles en todos los campos.
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