En el presente documento hemos dado a conocer que la originalmente llamada Escuela de Ciencias Políticas y Administrativas de la Universidad de Chile, fundada en 1954, actualmente llamada Escuela de Gobierno, Gestión Pública y Ciencia Política, desde sus inicios ha entendido la importancia que tiene para los países el poseer una gestión pública profesional y acorde a los requerimientos que le impone el país y el entorno. La Didacteca se entiende como una oportunidad invaluable para esta unidad académica de formar parte de manera activa y propositiva de líneas de acción orientadas a mejorar la enseñanza de aquellos y aquellas que liderarán los intensos procesos de cambio y modernización de la gestión pública tanto en los países del primer mundo como especialmente en los países en desarrollo.Esta forma de entender la formación, no es sólo una suerte de moda o adaptación a los tiempos que corren, sino muy por el contrario, se sustenta en la convicción de que a través de la cooperación y el intercambio entre unidades académicas de distintos lugares y culturas, se podrá acceder a un grupo directivo consciente de los desafíos que produce el nuevo siglo. Especial desafío en momentos en que el aparato estatal se está repensando y redefiniendo, particularmente en su relación tanto con la sociedad civil como con el mercado. Pero además debe ser un puntal en lo que respecta a la capacidad intelectual para entender estos procesos a los que nos estamos viendo enfrentados, a través de generar una comunidad de académicos y expertos orientados a la comprensión y resolución de los actuales problemas a los que se enfrenta la gestión pública.El aporte que puede emanar a este proyecto desde la Universidad de Chile, se puede reconocer en dos ámbitos, la formación en el pregrado de administradores públicos y el alto porcentaje de mujeres que estudian en nuestras aulas. Estos dos elementos hacen que el aporte de la Escuela tenga un sello distinto y particular que puede ayudar mucho al desarrollo y consolidación de la didacteca como instancia de relación entre institutos y escuelas de formación para administradores públicos. El ser una Escuela de pregrado destaca la necesidad de formar a un profesional experto en el área con una formación multidisciplinaria adecuada a los requerimientos y necesidades del Estado en el Siglo XXI. El elemento genero, sin duda, ubica a esta Escuela en un lugar de vanguardia, en lo que se refiere a la necesidad de incorporar a la mujer en las tareas del aparato público. Especial interés representa esto último en lo que se refiere a la proyección en los niveles directivos medios y altos de las mujeres, proceso que se ve como una necesidad cada vez más urgente.Finalmente, vale la pena mencionar que nuestra ubicación y el liderazgo que nuestra Escuela debe desarrollar en América del Sur como única unidad miembro de la Didacteca en la actual fase del proyecto, hace necesario que nos transformemos en un nodo crucial orientado a generar intercambios y apoyos entre los países miembros de este lado de América, para impulsar de esta manera un proceso orientado a consolidar la formación y el mejoramiento de nuestros directivos públicos. Las condiciones sociales hacen que esto sea cada vez más y más importante, en tanto, las necesidades de la comunidad están generando sendos movimientos que requieren un aparato estatal eficiente y eficaz.

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