La innovación es un principio fundamental de carácter sistémico, una ley sistémica. La innovación no es más que el proceso a través del cual un sistema mantiene su adaptación a un entorno cambiante. Vista así, innovar supone un proceso que garantiza la vida del sistema. Es constitutivo de la vida de todos los sistemas, sean ellos productivos, sociales, políticos, biológicos o de otras naturalezas.La innovación es un proceso de transformación permanente, ininterrumpido y en gran medida no deliberado e inconsciente, a través del cual los sistemas evolucionan en coherencia con otros sistemas con los que interactúan. Si hablamos de personas, esto es, sistemas biológicos, la innovación es equivalente a lo que connotamos por aprendizaje, en su acepción más amplia, esto es, el conjunto de cambios que le ocurren al sistema y que le hacen posible desenvolverse y desarrollarse cada vez más transparente, grata y eficientemente en dicho entorno. Visto de este modo, la innovación, el aprendizaje y la vida son fenómenos muy cercanos.La innovación es una capacidad siempre disponible, biológicamente hablando, en todo ser humano. Los seres humanos nacen innovadores, con una enorme capacidad de adaptarse al entorno, con una gran capacidad de aprender, de evolucionar junto al medio ambiente que los rodea. Los seres humanos nacen con una gran capacidad para ser autónomos y para ser libres, para ser justos y solidarios, para ser respetuosos y aceptativos, para ser colaboradores y amorosos... Para ser democráticos.Todos estos conceptos son también válidos para las organizaciones y los funcionarios públicos. Es en este sentido, que la ponencia propone que los procesos de innovación en la gestión pública pueden ser vistos, en el ámbito de las organizaciones y de las personas, como fenómenos conversacionales. Se postula que el que un sistema u organización humana sea desarrollado e innovador implica básicamente: a) Una "agenda" conversacional que se haga cargo de todos los componentes constitutivos del sistema u organización en cuestión; b) La participación en dicha agenda conversacional, de todos los actores que constituyen el sistema y que permiten su viabilidad en cuanto tal; y c) Que la conversación sea realmente "conversación", es decir, que se basen en acciones cercanas al diálogo y alejadas de la discusión.En tal sentido, para modernizar la gestión pública o estimular el cambio en cualquier organización es menester, al menos: a) Ayudar a la organización a generar una agenda conversacional completa e integral; b) Generar niveles de participación que garanticen la presencia de todos aquellos que tienen que estar en la conversación; y c) Facilitar contextos propicios para las conversaciones.Desarrollar de manera paralela al proceso, las habilidades relacionales en los actores que ayuden a que la conversación se convierta en acciones concretas, con un horizonte claro y compartido por todos los involucrados.

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