La "descentralización participativa" de Montevideo ha sido producto de 10 años de gestión de la izquierda en el gobierno municipal y representa una reforma del Estado "de hecho" que significaron profundas transformaciones en la relación entre éste y la sociedad local. La experiencia analizada no descentraliza o da participación en el diseño e implementación de una política específica -como el Orçamento Participativo de Porto Alegre- sino que descentraliza parte del aparato del Estado para dar participación en varias políticas municipales. Esta innovación institucional y en la gestión de políticas públicas de gran envergadura para el Uruguay nos permite reflexionar en torno a ella en un marco latinoamericano.Esta ponencia, como la investigación que resume, busca vincular las últimas reflexiones sobre reforma de Estado con el análisis empírico del caso. Estudiando la reforma plasmada en el diseño institucional del "sistema descentralizado" analizamos el nivel de logro en el objetivo que se propuso la administración municipal: la participación ciudadana.Por un lado, se presenta una descripción y análisis del caso mediante un diagnóstico del sistema, que incluye la evolución de su diseño institucional para el logro del objetivo propuesto, y las implicancias de su transformación en cuanto a las formas de legitimidad y a los actores a los que apela.Por otro, se relaciona la participación en la elección de los representantes de la sociedad local en cada zona en que se dividió Montevideo con datos socio-demográficos y político-electorales territorializados para evaluar en que medida el diseño del "sistema descentralizado" ha logrado el objetivo propuesto. El indicador de "participación local" mide el nivel de participación en cada zona, y el de "capital político" mide el peso político de cada zona integrando la variable poblacional. Éste último permite visualizar la interrelación entre el apoyo político a la coalición gobernante y la priorización gubernamental de las políticas descentralizadas. Sólo comparando los dos indicadores con los niveles de organización, de iniciativa y demanda de cada zona, así como sus necesidades y su perfil socio-demográfico podemos visualizar la interrelación entre estas variables socio-organizacionales y demográficas y las prioridades gubernamentales.Finalmente, evaluando la participación y detectando y analizando la redes mediante las cuales se gobierna (policy networks y relaciones intergubernamentales) se pretende demostrar que el éxito de los procesos de reforma que priorizan la representación de intereses depende de las características del sistema político y la realidad histórico-social en que operen. Depende de la sustentabilidad política, social y económica con que cuenten.

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