Tras siglos de conflictos armados, poderosas fuerzas operan en el sentido de la integración regional. La presión que ejerce la globalización aumenta la intensidad de estos esfuerzos. En este campo de la política internacional empezaron dominando sobre todo los gobiernos, pero la dinámica del desarrollo económico transfronterizo y de los problemas que éste conlleva tiene como consecuencia que cada vez se produzca una mayor participación social. La influencia parlamentaria se desarrolla en consecuencia. Habida cuenta de las diferentes organizaciones regionales y subregionales que operan en el continente y de la existencia de una serie de asambleas parlamentarias en Latinoamérica merece la pena efectuar una comparación con el movimiento de integración europeo y con el papel que desempeñan en éste los parlamentos.El concepto de la integración regional es susceptible de diferentes interpretaciones, pero los esfuerzos de integración regional y subregional se ven marcados por la delegación parcial de derechos soberanos a favor de órganos comunes, por la referencia directa de los ciudadanos al ente supranacional, que abandona así el ámbito tradicional de la intraestatalidad, y, a menudo, por una jurisprudencia unitaria de la que se responsabiliza a un tribunal central. Con frecuencia, empieza con una zona de libre comercio, una unión aduanera, seguida luego por esfuerzos de armonización en ámbitos de relevancia comercial, por esfuerzos de llegar a una unión monetaria, una política primero comercial y luego exterior comunes, a la eliminación de las fronteras y por fin a la unificación y la armonización de los estándares conjuntos que marcan los valores comunes y a la sanción conjunta de los comportamientos que no se ciñen a estos valores comunes.La creación de estructuras cuasiestatales al nivel regional supraestatal también es un arma de doble filo. Ninguna otra institución muestra esto con la claridad del Parlamento, que en los estados representa tradicionalmente la personificación del soberano nacional. Diferencias de origen y del objetivo conllevan automáticamente diferencias en el grado de parlamentarización. Independientemente de cómo se previeron originalmente las "asambleas consultivas" de las organizaciones europeas, éstas han experimentado una dinámica propia muy fuerte.Estas organizaciones pueden recurrir por lo general a las administraciones de los parlamentos o a las secretarías internacionales. En estos casos se plantea una cuestión de fondo, a saber: ¿este apoyo de la burocracia, ¿no podría burocratizar el trabajo de los parlamentos, llevando a los parlamentos a asumir un papel contrario al que los parlamentos debieran asumir? Estos interrogantes apenas pueden resolverse de forma abstracta, sino que resultan de las estructuras de cada organización, de sus parlamentos, de la colaboración y del apoyo concreto de las burocracias, de la cultura política así como del transfondo psicológico de los colaboradores respectivos.La constitución alemana, afectada por las experiencias de la segunda guerra mundial, se redactó de entrada con espíritu de integración. El parlamento alemán ha visto notablemente reforzados sus derechos de codecisión e influencia políticas en los asuntos de dimensión europea es de especial interés para el tema que estamos tratando.

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