Obra que presenta un inventario de casos reales, cuya frecuencia está sujeta a verificación empírica, representativos de prácticas violentas en la administración pública nacional (APN) que no han tenido ningún recurso de apelación y han merecido sólo el silencio ilegal del Estado, que tiene, precisamente, la responsabilidad social, legal y administrativa de cuidar a los trabajadores del Estado y de cumplir y hacer cumplir las normas administrativas vigentes. Presenta: Introducción. 1a Parte Qué y quién. Violencia en la administración pública: ¿de qué estamos hablando?; los marcos teóricos. Material utilizado en las entrevistas. Violencia político-burocrática: ¿quiénes son las víctimas?. 2a Parte Golpe a golpe, verso a verso... Barajar y dar de nuevo: el reencasillamiento escalafonario. Desigualdades salariales. Concursos. Dos casos paradigmáticos. Cursos de capacitación y evaluaciones de desempeño. ¿Management o manoseo?. La veneración del silencio. Castigos incorporados. El imperio del miedo: sumarios. La autoridad desvirtuada: adscripciones. Cuestiones de género. Territorios y capitulaciones. 3a Parte Pensar para modificar. líderes y aláteres. Cómplices y traidores. Los victimarios. El "estado gangsterizado". Causas de la violencia político-burocrática. El desamparo aprendido. Consecuencias de la violencia política-burocrática. ¿Soluciones o salvaciones?. Manual de primeros auxilios. Conclusiones. Sostiene que la capacidad de gestión del Estado está seriamente quebrantada en virtud del tratamiento violento que la administración pública dispensa a sus trabajadores, sean administrativos, profesionales, técnicos, asesores, científicos; violación de normas vigentes, criterios irracionales de selección de personal, designaciones "a dedo" de funcionarios no indóneos, concursos espurios, sumarios injustificados, sistemas de capacitación con clientela cautiva y desaliento a la excelencia profesional mediante criterios perversos de equivalencias para la capacitación externa al INAP, evaluaciones de personal con "cupos", desigualdades salariales aún para agentes que deben ser graduados universitarios y desarrollan funciones similares de organización, planeamiento y control pero pertenecen a plantas permanentes y escalafones distintos, unidades retributivas distribuidas a criterio del jefe político, desprecio y destrucción de la producción elaborada por los agentes de la APN por ausencia de oficinas de archivo de información y documentación, infrautilización de capacidades individuales y hacinamiento laboral. Finalmente, silencio administrativo frente a reclamos del personal. Curiosamente, el Convenio Colectivo de Trabajo para la Administración Pública, denomina violencia laboral sólo al acoso sexual. Describe procedimientos, valores e ideas, que define como modalidades de violencia político-burocrática. Incluye un manual de primeros auxilios para que los trabajadores de la APN rompan el "estado de amenaza" y transiten el camino de reinvidicar sus legítimos derechos, vigentes en Argentina. Concluye expresando que es imperiosa la necesidad de debatir estas cuestiones. La llamada reforma del Estado, nada tuvo que ver con reformar el Estado. El trabajo está orientado a alentar otra construcción social de la administración pública a partir de la descripción de las Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) imperantes en la administración. Coincide con la OPS en que "la violencia es un obstáculo para el desarrollo de las naciones y una amenaza para la salud pública". Afirma que la conceptualización, medición y análisis de las conductas violentas, en diferentes contextos, resulta hoy tarea urgente. Para ello, la promoción y realización de investigaciones y el mejoramiento de los sistemas de información y registro, resultan prioritarios. Incluye abundantes notas a pie de página, bibliografía, legislación vigente, encuestas y artículos periodísticos.

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