Trabajo que tiene por objetivo bucear, aunque sin pretensiones de profundidad, en los ingredientes supra legales que autorizan la delcaración y reconocimiento de la responsabilidad del Estado y definir, en alguna medida, si los grandes principios que el iusnaturalismo humanista insufló en la constitución de la república y en el código civil alcanzan para sostenerla. Trata los siguientes aspectos: Prólogo, Capítulo I. La responsabilidad. Doctrina y normas, Capítulo II. Los principios inmanentes, Capítulo III. El derecho público local, Capítulo IV. Conclusiones. Concluye en que pese a reiterarnos partidarios de un derecho de base normativa, sistemático y predecible, no negamos que la función pretoriana de la corte federal ha ido ampliando las hipótesis merecedoras de la tutela jurídica. Ante la supuesta ausencia de normas expresas y específicas, que la aplicación analógica no veda como lha postulado Marienhoff para las conductas omisivas, sostenemos que los principios contenidos en la carta fundamental del Estado, reforzados por la constitucionalización de los tratados sobre derechos humanos, aportan la base normativa suficiente para consagrar la justicia del caso concreto, en dode cada vez que le sea reconocida a la víctima la satisfacción de su daño, impicará el ineludible reconocimiento de la dignidad del hombre y un acercamiento al juez, en la proporcionalidad de las cosas finitas y sin el paternalismo de la solidaridad distributiva, al cometido de la divinidad; porque dar a cada uno lo suyo es, también, mandato de la caridad.PJD.

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