Ponencia que tiene por objetivo presentar una gama de opciones con relación a los procesos de privatización y a su regulación en los casos en que la transferencia implique, más que una inversión de riesgo, un álea en el resultado de la gestión. Destaca que no existe un único modelo de privatización, sino toda una gama de opciones que van desde la enajenación íntegra de activos públicos, pasando por el régimen de concesiones y toda una serie de figuras intermedias que alcanzan a los llamados "servicios públicos impropios". Trata los siguientes temas: servicios directos; regulación y control; la experiencia argentina, la privatización, la concesión por iniciativa estatal, la concesión por iniciativa privada, la licencia y el permiso, la cooperativización, la propiedad participada. Plantea, con base en un análisis comparativo, que la privatización no es la panacea que resuelve todos los males, sino tan solo un mecanismo instrumental, a veces útil y a veces perjudicial cuando no inocuo. El desarrollo de una nación no se construye con privatizaciones ni con desregulaciones, sino con verdaderas estrategias de cambio para el desarrollo. Para ello toda privatización debe contar con un marco regulatorio claro y explícito que coloque al Estado en su rol tutelar de la continua y regular prestación de las actividades y servicios que transfiere. Concluye señalando que privatización y reforma del Estado son términos complementarios; el segundo involucra al primero, pero no como herramienta excluyente sino como mecanismo cuya oportunidad y mérito deberán juzgarse en cada caso.

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