Presentación del proyecto Area Metropolitana de Buenos Aires, producto de un acuerdo entre la Municipalidad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y el Gobierno Nacional (a través del Ministerio del Interior). Tiene por objetivo difundir las bases, antecedentes, fundamentos, alcances y contenidos del proyecto, sus objetivos y campos de actuación, su enfoque político-técnico, así como sus primeras realizaciones. El Area Metropolitana de Buenos Aires tiene una problemática común a las grandes metrópolis del mundo, pero sujeta a una complejidad propia que la trasciende, influyendo en la totalidad del país. Durante muchas décadas han sido variados los esfuerzos y dispares los resultados para lograr soluciones a esta cuestión, que se enraíza con el nacimiento de la Nación. El Area comprende varios de los más importantes problemas nacionales, constituyéndose en una región sumamente dinámica en lo económico, social y cultural, merced, fundamentalmente, a la concentración de decisiones, inversiones, esfuerzos y población. Un doble fenómeno la caracteriza: concentración y centralización de actividades y decisiones, fenómeno que se revierte sobre el resto del espacio y la sociedad nacional, como un proceso de succión y vaciamiento, que genera una crónica dependencia interna. Frente a este problema se hace necesario contener el predominio del área metropolitana bonaerense, mediante una política de ocupación plena del territorio nacional y de distribución más homogénea de la población y las oportunidades. Esta concentración demográfica, traducida en concentración económica, tuvo obviamente su correlativo político. De esa forma, el federalismo, que por esencia, consiste en un sistema horizontal de distribución del poder, fue vaciado de sustancia, emergiendo el unitarismo fáctico que arrastró finalmente al país a un dualismo pernicioso, donde se repitió el clásico referente "centro-periferia". No sólo se desequilibraba el país, sino que la estructura social y política fue despojada de los necesarios equilibrios que postula la ciencia y el realismo político. No se trata ahora de desvirtuar el pacto federal, aunque sin duda en algún momento debería reflexionarse acerca de la necesidad de reactualizar y redefinir el pacto federal decimonónico. De lo que se trata es de apelar a un concepto de asignación de recursos y de utilización del espacio en donde se reconozca lo que en la realidad ya existe: la región. La excesiva concentración en esta región de puerto, industrias, finanzas, actividad cultural y, por ende, inversiones en infraestructura, vivienda, salud, educación, etc. no sólo incide en la totalidad del país, sino que afecta al interior de la Provincia de Buenos Aires impidiendo su desarrollo armónico; y si bien la cuestión excede, por su complejidad, el ámbito de dicho estado provincial, sus autoridades están logrando ciertos avances en el fomento de polos de desarrollo y en la diversificación hacia otras áreas urbanas. Con vistas a la solución de los problemas descriptos, se visualizan cinco grandes campos de actuación:1) desconcentración económica: el objetivo es proceder a una desconcentración paulatina para lograr una distribución geográfica más equilibrada; 2) descentralización del aparato decisorio y administrativo: ampliando el nivel de acceso de la comunidad a la toma de decisiones, además de descentralizar el poder, se logrará una participación creciente y efectiva de los grupos sociales, locales y regionales y se repotenciará la acción municipal; 3) ordenamiento territorial: se trata de evitar el deterioro de las estructuras físicas existentes y de crear otras nuevas y necesarias; 4) preservación ecológica: a efectos de conservar los recursos naturales de valor científico, histórico, recreativo y cultural y recuperar aquellos recursos deteriorados por la urbanización descontrolada y el impacto de las actividades productivas contaminantes; 5) desarrollo social: su finalidad es satisfacer las grandes demandas del desarrollo social de vastos sectores carenciados no sólo referidas al déficit de las condiciones de vida mínima (vivienda, escuelas, salud, etc.) sino a aspectos de la dignidad del habitat y de la vida en sociedad (tiempo libre, acceso a la cultura, iniciativas locales).

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