Trabajo que consiste en un análisis crítico del Programa Alimentario Nutricional Infantil (PRANI), diseñado y desarrollado por la Secretaría de Acción Social de la Nación. Expresa que la comunidad nacional en general y en particular sus grupos más vulnerables se encuentran impactados por fuertes carencias socioeconómicas, que transforman a los planes de asistencia oficiales en recursos institucionales prioritarios. Entre los grupos vulnerables, son los niños quienes con más eficacia deben ser contenidos por la trama de asistencia oficial, cuyo fundamento primero no puede ser otro que asignar a todos y cada uno de los niños asistidos los mismos derechos. Frente a esta elemental norma de buena gestión institucional, la aparición en el ámbito de las políticas sociales oficiales de planes de asistencia a la niñez y adolescencia que no son claros a la hora de asignar los recursos sujetos a criterios básicos de equidad, es sin duda una falla grave que debe ser rápidamente corregida para evitar se profundice la arbitrariedad y la muy crítica situación de menores y adolescentes. El manejo discrecional de los planes de asistencia, sujetando su distribución a criterios de clientela política, resulta una de las modalidades centrales de la ineficiencia en la asignación del gasto. Al analizar el despliegue nacional del plan PRANI ejecutado en 1996, se reiteran criterios clientelísticos en el manejo de recursos institucionales escasos y prioritarios, como son los planes de asistencia alimentaria a niños y adolescentes vulnerables. Presenta cuadros y un apéndice documental y estadístico del PRANI.

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