Tipo de ítem | Biblioteca actual | Solicitar por | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Libro |
Biblioteca Central
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INAP-AR:C.7/176 | Disponible | 001779 |
Transcripción de una conferencia ofrecida a los alumnos del curso de Formación de Administradores Gubernamentales, Buenos Aires, julio 1987, referida a un análisis político y social de algunos países latinoamericanos y especialmente de Argentina. Reflexiona acerca del rol de los funcionarios del Estado de países considerados sin Estado, como Argentina y otros países de Latinoamérica y plantea que en realidad es una condición notable la de los países con Estado. Brasil fue Estado antes de ser país; México lo mismo. Hay países que no tiene Estado como Argentina y Colombia y países intermedios que tienen pedacitos de Estado, tipo Perú y Chile que tenía mucho menos estado de lo que se creía, pero tenía algo. Entonces lo que realmente interesa es ver si sería cosa buena crear un Estado en Argentina. Lo que se necesita es la superación de la oposición entre el mundo administrativo (la burocracia del Estado) y la vida de cada uno de los ciudadanos, reunificándolos para tener una sociedad más ágil y móvil. Debe desaparecer la imagen jurídica del Estado y reemplazarse por una economía mixta y por una formación más bien económica, disminuyendo la distancia entre el gerente público y el privado. En una sociedad como la argentina hay que estatizar el Estado y socializar la sociedad, diferenciando lo indiferenciado. La noción de democracia no pertenece a la cultura latinoamericana, porque ésta supone una autonomía de la sociedad civil, es decir la existencia de actores sociales colectivos, que son agentes de funcionamiento de la sociedad y los administradores burócratas. No hay sindicatos, hay agentes del sistema político, no hay empresarios, pero hubo empresas públicas. Las sociedades latinoamericanas son más bien un proceso complejo, poco integrado, de agentes sociales y políticos. Hay una fusión de agentes sociales, de fuerzas sociales y agentes políticos. Es un sistema central político de movilización social, entonces el tema central es el carácter mixto de los agentes de la vida pública. El tema actual es saber si hay necesidad de separar la intervención del Estado, lo que implicaría una capacidad interna de cambio y de manejarse en los mercados internacionales, dominando las nuevas tecnologías. El Estado debe ser gerente de comercio exterior. La política debe ser representativa y un sistema de mediación entre los actores sociales y el Estado. La administración pública debe ser el brazo secular del Estado, lo que significa una profesionalización. La tarea del funcionario es aumentar la capacidad de movilización de recursos, motivado por la conciencia nacional. La democracia es otra manera de concebir esta separación, no es la manera de organizar la sociedad sino un concepto político. Entonces política modesta significa democracia, es decir, un sistema sin cerro central (lo que es la definición de democracia). O bien que el príncipe no está en el centro de la sociedad sino a caballo en la frontera, definiendo la frontera a caballo. Es decir, con teléfonos y dólares pero ésos son tipos de caballos. Para crear una democracia fuerte los funcionarios tienen que dedicarse al Estado; otros en cambio, tienen que dedicarse a fomentar la vitalidad y autonomía de los actores civiles y si las dos alas progresan, el mundo intermedio va a bajar de nivel y el viejo sueño de una hegemonía, el pensamiento gramsciano que está todavía por aquí y por allá, desaparecerá, y la visión laica, secularizada de la política triunfará: la democracia no es otra cosa que la secularización de la política. 7163
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