Trabajo que tiene por objetivo presentar, con una perspectiva histórica, el tema general de la responsabilidad del Estado en materia de producción y reproducción de la cultura social en la Argentina, a través de la educación. Trata los siguientes temas: el problema de la gobernabilidad del sistema educativo nacional; algunas experiencias internacionales; descentralización con participación; dimensiones de la descentralización; el papel de la administración central del sistema. Señala que para la conducción de un sistema educativo con una estructura descentralizada se requiere un Estado central dotado de un sistema normativo coherente y de los recursos humanos y financieros adecuados. Debe ser un Estado fuerte, por sus capacidades y recursos, para "lidiar" con los intereses sectoriales. No se trata sólo de una función "arbitral" sino de imponer una dirección de conjunto al sistema educativo nacional sin eliminar las diversidades legítimas ni un nivel adecuado de competencia entre actores institucionales que actúe como estímulo para la innovación. Es importante que la administración central cuente con un sistema de información acerca del comportamiento de las principales variables del sistema. Concluye expresando que la información y la capacidad técnica serán también los instrumentos idóneos para asignar los recursos complementarios destinados a los programas especiales acordados con las jurisdicciones descentralizadas. Incluye un anexo referido a la reformulación de una política nacional de investigación educativa, y referencias bibliográficas.

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