Trabajo que tiene por objetivo presentar un panorama general de la cuestión sindical en la Argentina, a través de la compilación de un conjunto de estudios e investigaciones realizados por el Centro de Estudios en distintos momentos y circunstancias. Trata las siguientes cuestiones: las leyes sindicales; la Confederación General del Trabajo; los nucleamientos sindicales; las elecciones gremiales; el factor social; la imagen del sindicalismo en la opinión pública; el sindicalismo, los partidos políticos y los factores de poder. Expresa que la trayectoria de la política de privatizaciones y de racionalización del Estado muestra claramente la debilidad de la estructura sindical. Los gremios estatales carecen de apoyo en la sociedad, e incluso tienen limitado apoyo en sus propias filas para oponerse a la privatización y la racionalización. Asimismo, la incapacidad de la izquierda sindical para resistir con éxito tales intervenciones constituye otra evidencia de esa debilidad. Los hechos muestran que si bien hay una crisis "estructural" del sistema sindical, son los sectores más contestatarios o antagónicos frente al proyecto de transformación de Menem los que más se debilitan dentro de la estructura gremial. Es difícil predecir si se trata de una nueva realidad o sólo de una realidad coyuntural del sindicalismo argentino, pero es claro que el debilitamiento de las estructuras sindicales responde a una tendencia mundial. Asumiendo que el escenario más probable para los primeros años de la década del 90 sea el debilitamiento de la estructura sindical, como dato estructural, es posible que el rol del sindicalismo sea diferente al existente en las últimas cuatro décadas. Probablemente seguirá siendo un factor de poder, pero tendrá un rol sensiblemente distinto al tradicional. Todo hace prever que los gremios del Estado vinculados a la administración pública central serán más combativos que en el pasado, mientras que los gremios de las empresas del Estado disminuirán su nivel de conflictividad. La reforma del Estado debilitará a los gremios del Estado, mientras aumentarán su peso relativo los del sector privado y en especial los de servicios. El debilitamiento sindical, junto con la necesidad de flexibilizar el modelo laboral para hacerlo competitivo con los de Brasil y Chile, traerán como consecuencia modificaciones en toda la legislación laboral argentina.

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