En la Argentina en los '90 el Estado se ausenta como productor de bienes y servicios mediante las privatizaciones y concesiones. El capital externo predomina en las grandes empresas. Los grupos nacionales pierden peso relativo dentro de éstas y la concentración económica es creciente. Se observa un proceso de concentración y de extranjerización del capital. Hasta 1999 las empresas privatizadas tenían las mayores utilidades y productividad de la mano de obra. Adquieren relevancia en la balanza comercial y de pagos entre otros aspectos macroeconómicos. Desde la perspectiva del desarrollo económico, el predominio del capital extranjero y la concentración económica plantean importantes condicionantes para las políticas económicas futuras. Las firmas extranjeras son grandes importadoras y esto hace que tengan importante incidencia estructural en las importaciones del país. Además, las utilidades se remiten en su mayor parte al exterior, lo cual incide en la balanza de pagos. A esto hay que agregar el pago de patentes, licencias, etc. A mayor predominio externo, mayor impacto negativo en la balanza de pagos. En cuanto a lo tecnológico, se observa un proceso de modernización vía importación. La innovación generada a escala nacional es muy limitada. Desde el punto de vista del empleo, el personal ocupado ha tendido a disminuir a medida que aumentaba la productividad por ocupado. Según el INDEC, en las emrpesas privatizadas esa productividad ha sido aún mayor. Los convenios colectivos han incorporado cláusulas de flexibilidad laboral mayores en el ámbito de las empresas de automotores. Desde la perspectiva sindical se plantea una nueva complejidad frente al conflicto y la negociación, ya que las decisiones patronales se toman fuera del país. El desarrollo económico con predominio de capital externo puede caracterizarse por decisiones de las empresas con una estrategia global y no nacional. Por lo que la estabilidad en el largo plazo que podrían significar estas inversiones se verían afectadas por cuestiones externas. Los grupos nacionales concentrados vendieron sus activos y disminuyó su participación en las grandes empresas y en las privatizadas. La realización de esos capitales, se ha ido girando en forma creciente al exterior. Estas empresas tampoco han realizado innovaciones tecnológicas significativas que las diferencien. Concluye expresando que si las grandes empresas, independientemente del origen de su capital, en Argentina se caracterizan por la remisión externa de las utilidades y por la ausencia de un proceso de innovación que las diferencie a escala mundial, el desarrollo económico será un continuo proceso de "desacumulación".

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