Trabajo que tiene por objetivo examinar la caracterización del tema de la corrupción que efectúan el Banco Mundial, el PNUD y la Comisión Sur. Trata los siguientes temas: la caracterización del problema y la posición de los organismos; el tema de la corrupción en el Sistema de las Naciones Unidas; recomendaciones para el diseño de una posición argentina. Expresa que la inclusión del tema de la corrupción en la agenda internacional forma parte de la tendencia de postguerra a internacionalizar temas reservados tradicionalmente a la jurisdicción interna de los Estados. Los diagnósticos de distintas fuentes sobre las causas de la corrupción tienen numerosos puntos en común: excesos de regulaciones, burocratización, nepotismo, falta de competencia, etc.. Las disidencias se presentan en el tratamiento de la cuestión en los foros internacionales. Los países del Sur visualizan que debe ser resuelta en el marco de las estrategias internas de desarrollo, mientras que los industrializados desean multilateralizarla a través de mecanismos intergubernamentales que dispongan de cierto poder de vigilancia del cumplimiento de las prescripciones acordadas. Postula que el argumento de la no injerencia en asuntos internos resulta impropio cuando se trata de cuestiones de naturaleza moral que vulneran los objetivos de desarrollo. Como la sociedad argentina exige mayor transparencia en la gestión y en la prestación se servicios públicos, el país no puede oponerse a un debate internacional de la cuestión de la corrupción y de las medidas para combatirla. Concluye señalando que el debate internacional sobre dichos temas es aún embrionario y requiere ser profundizado, pero la gravedad del problema debería alentar a la Argentina a adoptar una posición abierta que favorezca el tratamiento de la corrupción como obstáculo al desarrollo, con independencia de las intencionalidades políticas que pudieran existir entre los países impulsores o detractores del tema en los foros internacionales. Incluye citas bibliográficas.

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