Ponencia que tiene por objetivos: 1) analizar el programa de descentralización de la Provincia de Córdoba, con especial énfasis en el contexto histórico en que se desarrolla, para ayudar a comprender y valorar las conductas y voluntades de los actores involucrados, 2) contribuir a la profundización de la experiencia descentralizadora de la Provincia y al enriquecimiento de las formulaciones teóricas sobre la descentralización, y 3) aportar críticas y sugerencias -desde un ámbito académico- al fortalecimiento de una alternativa para la transición contemporánea. Trata los siguientes temas: los cambios en el rol del Estado; las etapas del programa de descentralización de la Provincia de Córdoba; los resultados alcanzados hasta el presente. Con base en el análisis de la evolución del programa, formula las siguientes observaciones: 1) no ha existido una efectiva transferencia de poder desde la jurisdicción estatal provincial a la municipal; la gran mayoría de los convenios firmados transfieren a los municipios y a las comunas resposabilidades de ejecución de decisiones políticas adoptadas en el nivel provincial; 2) el protagonismo municipal en la formulación, control y seguimiento de la política de descentralización no ha sido significativo; si bien los traspasos se han efectuado de manera concertada, el gobierno provincial ha sido el principal autor de las iniciativas y de las prioridades; 3) en general, la respuesta de los municipios no ha exhibido indicios de una alta participación de las comunidades locales; no se percibe la existencia de movimientos sociales locales por la descentralización; 4) los recursos presupuestarios que se afectaron a la ejecución del programa han resultado insuficientes; 5) no se ha avanzado sustancialmente en la redistribución de roles y campos de gestión entre provincia y municipios, no se ha acrecentado significativamente la participación ciudadana en la gestión pública, ni se han logrado resultados relevantes en la reestructuración del aparato burocrático y en la reducción del gasto público; 6) la ejecución del programa no ha contemplado las diversidades socioeconómicas y ambientales interregionales. Señala que en una experiencia como la analizada coexisten aspectos y necesidades de diferentes grados de resolución temporal y a veces difíciles de compatibilizar. Como consecuencia, es necesario un continuo seguimiento y ajuste según los objetivos de largo alcance de los programas formulados. Concluye expresando que la experiencia de Córdoba pone de manifiesto la diferencia -y la necesaria complementación- entre el programa gubernamental provincial y el proceso socio-institucional de descentralización situado fundamentalmente en los espacios locales. La voluntad de un poder central de actuar como dinamizador y coordinador de esta evolución es valiosa por múltiples motivos, entre ellos: 1) evitar la anarquización del proceso, coadyuvando a una mayor integración regional, y 2) formular lineamientos que incidan en la conformación de conductas de las comunidades locales. El programa descentralizador de Córdoba es profundo y preciso en sus objetivos, pero aún joven en cuanto a su tiempo de ejecución. Un programa gubernamental no sustituye a un proceso histórico, sino que sólo puede acompañarlo y dinamizarlo.

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