Ponencia que tiene por objetivos: 1) analizar los elementos que pueden caracterizar el proceso de cambio en el rol del nivel municipal en el marco del nuevo paradigma de desarrollo, y 2) identificar las condiciones generales y particulares de dicho proceso de cambio, así como las modalidades de gestión que debería asumir el estado municipal para orientar el gobierno de los asuntos públicos. Trata los siguientes temas: el rol del municipio en el paradigma de desarrollo keynesiano; el nuevo contexto económico-social; el rol del municipio en un escenario de desarrollo segmentado; el rol del municipio en un escenario de desarrollo integrado, los supuestos y orientaciones del desarrollo integrado, hacia una nueva estatidad para el municipio, los lineamientos básicos de la reforma, los nuevos campos de acción del municipio, las condiciones de gestión: a) la autonomía económica, técnica y política, y b) la cooperación institucional. Plantea un ejercicio de prospección conceptual alrededor de la viabilidad de procesos de cambio en el rol del nivel local del Estado, frente al nuevo paradigma económico-social. Señala que los cambios en el rol del municipio, demandados teóricamente por políticos y técnicos, requieren ser también asumidos por la sociedad en su conjunto. La reversión del estado de descompromiso social para con los problemas públicos constituye una tarea de la mayor significación. El mayor involucramiento de la sociedad en este proceso es lo que permitirá garantizar que tales cambios tendrán sus premisas en la equidad y el desarrollo. Expresa que los procesos de reestructuración institucional deben sustentarse en un análisis lo más certetero posible de los problemas que plantea la situación actual, en un modelo o proyecto al cual tender y en un proceso de transición (reforma) adecuadamente planificado. Concluye haciendo referencia al incipiente "ingreso" de las sociedades latinoamericanas al nuevo paradigma de desarrollo. Plantea la necesidad de crear mecanismos que permitan realizar un seguimiento de tal proceso en cuanto a sus modalidades de desarrollo y a sus efectos sobre las estructuras económicas, sociales, territoriales e institucionales. Señala también la necesidad de racionalizar, integrar y potenciar los esfuerzos que, en materia de tecnologías de gestión local, se están desarrollando desde diferentes ámbitos públicos. Todo ello constituye una tarea científico-técnica que el Estado y las organizaciones sociales deben alentar.

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