Acercamos a la comunidad científica y educativa, al sector productivo, a los tomadores de decisiones y a la ciudadanía en general un nuevo anuario estadístico de ciencia y tecnología. Su objetivo principal es presentar un panorama general del estado de situación de la ciencia y la tecnología en nuestro país al año 2021, así como analizar su evolución a lo largo de los últimos años. Como es habitual los indicadores sobre la inversión en actividades científicas y tecnológicas y sobre los recursos humanos dedicados a investigación y desarrollo (I+D) a nivel nacional han sido elaborados por la Dirección Nacional de Información Científica (DNIC) perteneciente a la Subsecretaría de Estudios y Prospectiva. En una primera lectura de los resultados, podemos ver que la inversión total en I+D en Argentina fue cercana a los 240 millones de pesos en 2021. Considerado en valores reales, este dato nos permite confirmar la reactivación del sistema de ciencia y tecnología, iniciada en 2020, acumulando un 8% de crecimiento respecto a 2019. Esta mejora no es casual y tiene su correlato en la decisión estratégica del Gobierno nacional de promover un proyecto de desarrollo nacional basado en el conocimiento. En este contexto se enmarcan, por ejemplo, las leyes de economía del conocimiento y de financiamiento del sistema de ciencia, tecnología e innovación, sancionadas en 2020 y 2021 respectivamente. Más cercanas en el tiempo, se encuentran la ley de promoción del desarrollo y producción de la biotecnología moderna y la nanotecnología, sancionada en 2022, que otorga beneficios fiscales para quienes presenten proyectos de I+D o innovación y la propuesta para modificar la ley de Crédito Fiscal, que introduce incentivos y subsidios a las empresas que emprendan el camino de la innovación. Además, se espera que en 2023 el Congreso de la Nación convierta en ley al Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, constituyéndose la primera iniciativa de estas características que, en última instancia, tiene por objetivo elevar las actividades de ciencia y tecnología al estatus de políticas de Estado. Nuestro país necesita ciencia, tecnología e innovación para modificar el modelo productivo, resolver las demandas de la población y construir soberanía. Contar con flujos de información confiable y de calidad que contribuyan a conocer en profundidad la dinámica del sector resulta trascendental para consolidar un sistema de CTI que pueda estar a la altura de los desafíos planteados. Por tal motivo, quiero agradecer especialmente a los organismos públicos, las universidades, las empresas y las entidades sin fines de lucro que realizan actividades científicas y tecnológicas por el compromiso asumido para responder, un año más, a nuestros relevamientos y brindar la información que hace posible construir los indicadores que integran esta publicación.

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