Publicado también en Boletín de Resúmenes del CLAD, Vol. 9 No. 2 (Dic. 1992)

Se analiza el tema del parlamentarismo con una visión general y en términos de su adopción para el caso del Brasil. Se exponen los postulados del régimen parlamentario, su evolución histórica, la experiencia parlamentaria brasileña y las perspectivas del parlamentarismo en el Brasil. El sistema parlamentario se caracteriza por reunir las siguientes condiciones: separación entre la jefatura del Estado y la jefatura del Gobierno; integración entre el Ejecutivo y el Legislativo; gobierno de responsabilidad colectiva; y gobierno sin límite de duración. El gobierno parlamentario posee una figura típica, el Primer Ministro, y otras comunes a otros sistemas de gobierno, pero que asumen configuraciones diferentes. Se examinan algunas de las instituciones propias del sistema parlamentario, a saber: el Primer Ministro, el Consejo de Ministros, la Oposición, y el Jefe de Estado. El funcionamiento del gobierno parlamentario se describe como basado fundamentalmente en la formación del gabinete, el voto de confianza, la interpelación, y la consulta a la nación. Las ventajas que se derivan de este sistema de gobierno se refieren a la posibilidad de escoger a los mejores para desempeñar la gestión de gobierno, a la disposición de un ámbito para las discusiones doctrinarias, y su adaptabilidad a los cambios exigidos por la época en que se vive. Las dificultades que confronta el parlamentarismo tienen que ver con la forma de gobierno, la multiplicidad de los partidos y la relación con el sector militar. Finalmente, se señala que el poder absoluto corrompe indefectiblemente, por lo que un poder de responsabilidad compartida, como es el caso del parlamentarismo, obvia en gran medida este inconveniente. Se describen las experiencias parlamentarias en el Brasil, a partir de la época imperial, y las ficciones que impedían un funcionamiento eficaz. En 1961 se establece un sistema que se considera dotado de cierta plasticidad. Se describen las instituciones parlamentarias y su funcionamiento y de discuten algunos problemas prácticos, que se ubican en las relaciones entre el Presidente de la República y el Primer Ministro. Se desglosan las funciones y las atribuciones de ambos funcionarios y se concluye señalando que el Poder Ejecutivo le corresponde al Presidente de la República, que lo ejerce por intermedio del Consejo de Ministros y con la responsabilidad de ese Consejo, escogido por la mayoría de la Camára de Díputados. Existen atribuciones específicas del presidente del Consejo y atribuciones genéricas del Presidente de la República, ejercidas por intermedio del Consejo de Ministros. Para el caso del Brasil, en momentos en que enfrentaba cambios que se consideraba reflejaban la entrada en una madurez cultural y económica, el Presidencialismo no se pensaba que fuera satisfactorio. Por el contrario, el parlamentarismo, sistema político más flexible, más práctico, permite reformas continuadas y progresivas. Se sintetiza la posición sobre el tema, señalando que se pudiera decir que el parlamentarismo procura la humanización del poder, cosa que representa un bien tanto para los pueblos como para los propios gobernantes. A.S./M.N.

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