Publicado también en Boletín de Resúmenes del CLAD, Vol. 8 No. 3 (Mar. 1992)

Se examinan las razones por las cuales existe en América Latina un marcado desajuste entre lo que es la formación usual en el campo de la administración pública y las necesidades reales del sector público, haciendo especial referencia a la enseñanza en el nivel de pregrado. Se puede afirmar que las escuelas de administración pública en América Latina, en el nivel de pregrado, están entre los "parientes pobres" de la enseñanza universitaria. En general tienen pocos recursos, no reclutan a los mejores estudiantes y no siempre tienen los mejores planteles docentes. Esta situación se da porque no hay ideas claras entre los responsables de la dirección de estas escuelas sobre temas como el tipo de enseñanza que debe brindarse, la formación de funcionarios públicos y el currículo de un futuro "administrador público" o "gerente público". El resultado es la presencia de importantes desajustes entre la formación que se imparte en las universidades y las reales necesidades del sector público en los países latinoamericanos. Es posible enumerar un conjunto de razones por las que existe este desajuste: 1) Falta de claridad en cómo debe formarse un gerente público y a qué nivel de pregrado o postgrado. Un gerente público debe formarse a nivel de postgrado, lo que significa que solamente deben ingresar a los cursos de formación los individuos que ya tengan un grado académico y que tengan la madurez para comprender la complejidad del fenómeno y evitar la simplificación tan en boga actualmente en la enseñanza de la administración. 2) Confusión entre lo que son técnicas de administración pública y lo que es gerencia pública. Es preciso definir la gerencia pública como la instancia en que el individuo formula políticas, desarrolla alternativas y coordina los esfuerzos de grupos humanos, teniendo presente el contexto y asegurando la retroalimentación. 3) Falta de claridad en los roles que debe cumplir el Estado y las universidades en la formación de los gerentes públicos. La formación y capacitación de los funcionarios públicos, en cualquier nivel y más aun en el nivel superior, debe ser función exclusiva del Estado. 4) Falta de programas de investigación. Es urgente la intensificación de los programas de investigación que pueden mejorar la intervención de control del Estado en el campo social. El CLAD ha realizado una gran labor en la formación de investigadores, pero el esfuerzo debe incrementarse. 5) Conocimiento de la realidad del sector público. Precisamente por falta de investigación, no existe de parte de muchos docentes un conocimiento real de cómo funciona el sector público y de los problemas que enfrenta. 6) Falta de material docente. La situación de carencia en la investigación ha traído aparejada una importante falta de material docente adaptado a la realidad latinoamericana.

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