_x0002_Se examina la evolución económica de América Latina de acuerdo con su historia y se pasa revista al actual debate en torno al desarrollo con la mayor amplitud y objetividad. Estas reflexiones no se limitan a la experiencia latinoamericana, sino que tratan de inscribirla dentro del cambiante contexto de la economía política internacional. Se trata de mirar más allá del BID, y también de América Latina para procurar entender los orígenes de las tendencias que más directamente afectan. Para ello es necesario considerar no sólo los factores económicos, sino también los sociales y políticos, pues la experiencia reciente reafirma que están cada vez más entrelazados. La economía latinoamericana en los años 1970, de acuerdo al informe del Dr. Raúl Prebisch que contiene un diagnóstico de los problemas y perspectivas del desarrollo latinoamericano, constituye un punto de partida para reflexionar veinte años después. El análisis retrospectivo destaca el rol que ejerció en ese proceso un grupo de economistas reunidos en la CEPAL que influyó en la teoría y en la práctica del desarrollo latinoamericano, obteniéndose resultados significativos, aunque difieren en el ritmo y en las características de los países latinoamericanos, debido a las políticas nacionales de cada país. A partir de la década de los ochenta se entró en una crisis que responde a un conjunto de factores, algunos de origen externo y otros debidos a las políticas económicas nacionales. Se plantean las causas centrales de la crisis, las que radican en: a) la forma en que estructuralmente se manejaron las economías de la región durante los últimos decenios; b) el problema de la deuda externa; y c) la evolución del escenario internacional. Todo ello motivó un desarrollo inestable, ineficiente e inequitativo, conceptos que el autor analiza en particular. Al presente existe en todos los países una mejor percepción de las causas y naturaleza de la crisis, y conciencia sobre la necesidad de trascender las políticas de ajuste de carácter recesivo y de abordar otros objetivos, enumerándose los frentes sobre cuya base podría elaborarse una agenda para el diseño de las políticas económicas y sociales de los países de la región en los años noventa. El primer requisito de la viabilidad de este modelo es el mantenimiento de los equilibrios económicos básicos, que aseguren un funcionamiento correcto del sistema de precios, a partir de la operación normal de las fuerzas del mercado. La reforma del Estado debe tener como prioridad mejorar las finanzas públicas. Otro elemento fundamental del dinamismo económico lo constituye el funcionamiento de los mercados financieros, lo que incluye el equilibrio adecuado entre la desregulación y la supervisión de esos mercados, el buen manejo de las tasas de interés y una mayor eficiencia de las instituciones de intermediación financiera. El compromiso social del Estado debe basarse en su fortalecimiento como institución financieramente sana y en el mejoramiento de su capacidad de intervención, a través de la inversión social. Esto hace que una eficaz gestión social del Estado dependa fundamentalmente de su éxito en dos frentes: la movilización de recursos fiscales y el mejoramiento de la calidad del gasto público en los sectores sociales. La capacidad de intervención social del Estado requiere recursos fiscales, y ello se vincula al pago de los impuestos y a la administración tributaria. La reforma fiscal debe apuntar también hacia un proyecto de justicia distributiva. Un capítulo refiere a la formación de recursos humanos, vinculada a la calidad de la enseñanza básica y secundaria, también a la calidad y posibilidades de acceso a la educación superior, como asímismo a los programas de adiestramiento técnico e intermedio, los que se debe modernizar, para vincularlos más adelante a las nuevas demandas de empleo que está generando la transformación productiva, la que dará un gestión racional de los recursos naturales y del medio ambiente. Se trata de mejorar el nivel de vida de una manera ambientalmente sustentable. Se toma conciencia de que los recursos de que dispone el planeta son limitados y que se encuentra en curso de destrucción, como así también la importancia de los problemas ecológicos comunes, tales como el deterioro del aire, la capa de ozono, etc., que puede afectar a toda la humanidad, por lo que requerirán mayor atención pública la administración ambiental de las ciudades y megalópolis de la región. E.E._x000B__x0002_19337_x000B__x0001_

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