La hipótesis subyacente en el presente trabajo postula la existencia de una relación de implicancia y fortalecimiento mutuos entre la transversalización del enfoque de género y la calidad de la vida democrática. Desde esta óptica, entendemos que no puede haber democracia sin una participación equitativa de las mujeres en todos los ámbitos de la vida social: tanto en la esfera pública, como en la privada. La democracia aparece, de esta manera, como una forma colectiva de vida que incluye pero supera el ámbito de determinados procedimientos y formas gubernativas ligadas a la noción de ciudadanía formal para incorporar, en cambio, las dimensiones sustantivas que hacen a una ciudadanía plena y capaz de dar cuenta de las diversidades y diferencias, entre otras, las de género.A los fines de la exposición, proponemos los siguientes ejes de análisis: los hitos recientes en materia de transversalización del enfoque de género en la Argentina, en correspondencia con los compromisos asumidos por el Estado en la materia; la institucionalización de los avances alcanzados, tanto en el campo nacional como en el internacional y en el regional; y, finalmente, la vinculación sustancial entre democracia y equidad de género.

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