Tipo de ítem | Biblioteca actual | Solicitar por | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
---|---|---|---|---|---|
Recurso digital |
Biblioteca Central
|
INAP-AR:CD 45 Congreso IX | Disponible | 011825 |
La preocupación de los Gobiernos e instituciones privadas, por el crecimiento y el desarrollo está presente en la Agenda de todos los entes públicos y privados, pareciendo claro que uno de los instrumentos a aplicar dice relación directa con el fomento productivo y la participación ciudadana, buscando no sólo la modernización tecnológica, sino también la transformación productiva, teniendo como propósito esencial, el desarrollo armónico de los países y de las regiones.Para ello, se impulsan reformas políticas e institucionales, buscando redefinir el Estado y modernizar la Administración Pública y su gestión, con cambios profundos en el rol del Estado, en las relaciones Estado - Sociedad Civil, y en la actividad de los ciudadanos.Sostenemos como condición para lograr el propósito de desarrollo armónico, que el poder excesivo del Estado debe ser disminuido en favor del empoderamiento de la sociedad civil, de sus potencialidades como gestor de funciones e iniciativas; y que ello puede lograrse a través de un real y profundo proceso de descentralización y regionalización no logrado a la fecha por falda de voluntad política y de instrumentos por una parte, y falta de participación, actitud y conciencia de la sociedad civil de la importancia de su rol, por otra; lo que no significa ausencia de avances significativos como el establecimiento de las bases legales para la existencia de Municipios modernos y autónomos, en el nivel local, y de los Gobiernos Regionales.Difícil concebir un modelo de desarrollo y fomento productivo, sin contextualizarlo en el nivel Regional, y en las relaciones derivadas del proceso descentralizador, la regionalización y el desarrollo, lo que hace imperativo una mirada retrospectiva a nuestra experiencia, resaltando la importancia que adquiere el concepto de territorio, como un espacio económico caracterizado por relaciones empresariales en torno a sistemas productivos.Nuestro país, en la implementación de sus políticas de desarrollo regional y local, presenta un impulso desde lo central caracterizado por la planificación regional, y otro que pretende a través de una visión territorial implementar un modeló de desarrollo endógeno, que exige un proceso de modernización institucional y el fortalecimiento de la Sociedad Civil, como lo ha planteado el BID.La apertura de las economías nacionales, como el caso chileno trae nuevas oportunidades, pero también nuevos peligros para los procesos regionales y locales de desarrollo. En este contexto una política de desarrollo productivo orientada a los espacios económicos adquiere cada vez más importancia. Un enfoque territorial ofrece ventajas por la mayor cercanía de los instrumentos de fomento a las empresas y actores locales, por las economías de escala en la prestación integral de servicios a las empresas y por la mayor flexibilidad respecto a nuevos conceptos de modernización institucional. Los territorios logran beneficiarse de la globalización si las políticas de desarrollo apuntan a una competencia por calidad, o sea la creación de ventajas competitivas específicas más allá de la dotación de recursos naturales. Esto implica un mejoramiento del entorno empresarial en todos los niveles, nacional, regional y local. Hay que fomentar procesos de aprendizaje y movilizar los recursos endógenos alrededor de visiones consensuadas de desarrollo. Para alcanzar estos objetivos, se necesita una estructura institucional idónea tanto en el sector público como en el privado.Tanto las condiciones macroeconómicas como las condiciones regionales y locales influyen en la atractividad de un territorio como lugar de emprendimientos. El objetivo de la política territorial de desarrollo productivo es, mejorar las condiciones para el crecimiento y para las innovaciones de las empresas locales, para inversiones de afuera y para la creación de nuevas empresas. La competitividad de un territorio puede ser aumentada por medio de diversas estrategias. En términos generales, el espectro de las posibilidades tiene como dos puntos extremos, la competencia por calidad, por un lado, y la competencia por subsidios y bajos estándares de producción, por el otro.La competencia por calidad apunta al mejoramiento de las condiciones para actividades productivas de mayor valor agregado ya que a largo plazo estas presentan mejores oportunidades de desarrollo. No pretendemos sugerir que la competencia por calidad sea el único modelo posible de desarrollo productivo. De hecho, el caso de Chile muestra que una política económica basada en la explotación de recursos naturales puede ser bastante exitosa en términos macroeconómicos, para ello no obsta a propiciar que la política de desarrollo productivo apunte a un acercamiento cada vez mayor a la competencia por calidad.
Español
Catálogo Bibliográfico - Instituto Nacional de la Administración Pública. Av. Roque Saenz Peña 511, Oficina 526 - Teléfono (5411) 6065-2310 CABA República Argentina.
No hay comentarios en este titulo.