Los nuevos escenarios en las relaciones internacionales generan una mayor competencia entre países y regiones tanto del sector público como privado lo que redunda en una mayor exigencia en el plano tecnológico y de gestión de las políticas públicas.De allí, la necesidad de estructurar alianzas estratégicas de buen uso de la complementariedad, en la búsqueda creciente de la cooperación tanto interna como externa, para el fortalecimiento de las políticas gubernamentales.La experiencia chilena a partir de la experiencia de la octava región del país, nos permite vislumbrar intercambios positivos en cooperación descentralizada entre regiones, internacionalización de los actores públicos y privados insertos en ésa región así cómo determinar, las problemáticas principales y los desafíos fundamentales que enfrenta la institucionalidad regional interpelada por la globalización, que hacen surgir nuevos instrumentos en la política exterior generando una neo-diplomacia diferente a la tradicional.

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