Se analiza la concepción de la ética pública como una de las tendencias del Estado en el contexto de los cambios que se gestan en las sociedades contemporáneas. Para lo cual se destaca la importancia de delimitar las nociones de ética y lo público, así como su relación en el devenir histórico de su comprensión, con lo que se advierte que, la ética pública, ha evolucionado conforme a cada época y lugar. No obstante, es posible replantearla la noción de la ética pública en los tiempos actuales ante falta de capacidad de las instituciones gubernamentales para responder a las exigencias sociales, bienestar, seguridad y justicia, que han conducido a una crisis moral profunda en las sociedades. Desde esta óptica, suscita el planteamiento de que la incorporación de la ética pública, para que rija la vida pública, debe comprender los valores de igualdad y libertad que son fundamentales para el funcionamiento de la vida pública, que conlleve al comportamiento responsable de los actos y las acciones del gobierno. Estos valores son competencia de diversos actores políticos, gubernamentales, privados y de los ciudadanos, que deben condensarse en un ámbito institucional que haga viable el desarrollo de la sociedad. En esta percepción es que debe de fundar la calidad pública que se formalicen en códigos éticos para el desempeño gubernamental. Códigos que representen la conciencia social, que orienten conducta del servicio público y, con ello, se preserve el cumplimiento de las leyes y las responsabilidades que tienen los servidores con el Estado y los ciudadanos.

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