Poco tiempo antes de que en el año 2000 se diera la histórica alternancia en el poder cuando el Partido Acción Nacional (PAN) derrotó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que llevaba más de 70 años en la titularidad de la presidencia de la república, fue precisamente en los estados y municipios donde se dieron los primeros cambios políticos. El estado de Nuevo León fue uno de esos espacios territoriales para la reconfiguración política dado que en el año de 1997 se logró derrotar por vez primera al PRI en manos del partido con mayor tradición opositora, el PAN. Justamente el gobierno panista (1997-2003) en Nuevo León tuvo dificultades para acceder a la intermediación Estado-sociedad pensada en la perspectiva democrática tanto por el mismo origen de plataforma conservadora de gobierno que propicia la desconcentración de los reclamos grupales, así como por la incapacidad de entender que la deliberación democrática es un factor de poder societal. Esto ocasionó la activación en la esfera pública de las diversas demandas de actores civiles pugnando por la deliberación pública en los problemas coyunturales.

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