Uno de los requisitos de la formación - acción, de la capacitación activa, del action learning es la búsqueda de coherencia entre el formato de la actividad educativa, sea esta formal, no formal o informal y el modelo cultural y organizacional que se pretende promover o fortalecer. Si pretendemos organizaciones públicas más abiertas (acordes con la morfología en red que caracteriza la Sociedad de la Información), innovadoras y que aprovechen y potencien el uso de las TICs por parte de los gobiernos, el diseño de toda actividad formativa debe ser revisada a partir de ciertos filtros conceptuales que permitan hacer consciente este difícil cambio, desde modos tradicionales de formación hacia otros consistentes con las organizaciones que los cambios tecnológicos permiten, pero que las pautas culturales vigentes las más de las veces retrasan, cuando no paralizan. Nuestra ponencia es un llamado de atención en este sentido.

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