El concepto de gobernanza ha ido ganando terreno como factor explicativo del subdesarrollo en la última década. Las insuficiencias en el funcionamiento del Estado, el déficit democrático y la falta de un modelo satisfactorio de relación entre el Estado y la sociedad en gran parte de los países subdesarrollados se plantea como una razón de peso en la incapacidad de estos países para garantizar tanto el crecimiento económico como el desarrollo humano. Este planteamiento general no esconde, sin embargo, que la idea de gobernanza admite una gran diversidad de definiciones en el ámbito del desarrollo. El concepto utilizado desde una perspectiva práctica por gestores o agencias internacionales no es siempre coincidente ni se identifica tampoco forzosamente con la idea de gobernanza generalmente aceptada en el mundo académico. Una de las dimensiones de mayor importancia que el uso del concepto de gobernanza aplicado al desarrollo plantea es el problema de la transferencia de conocimiento sobre la gobernanza y de modelos y prácticas de comportamiento público. Puesto que el nivel de gobernanza puede evaluarse y medirse ¿cómo transferir las buenas prácticas? ¿qué instrumentos utilizar para mejorar la gobernanza allí donde es deficitaria? La evolución de las políticas de desarrollo muestra una evolución desde la imposición de modelos exteriores al reforzamiento de las capacidades endógenas, reforzamiento que debe abordarse a través del a mejora de la gestión del conocimiento.

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