Se trata de señalar la evolución en la función pública desde las formas clientelares del siglo XIX con la salida y entra de empleados públicos de acuerdo con los cambios políticos de Gobierno -resulta paradigmático el artículo periodístico "Vuelva usted mañana"-, hasta la construcción práctica y teórica de la burocracia en la función pública como un modelo objetivo y reglamentado de selección de los empleados y regulación de sus funciones, de acuerdo con la doctrina de Max Weber, y las experiencias de los Estados prusianos y francés.Este modelo que supuso una racionalización de la función pública genera también disfuncionalidades por su exceso de reglamentarismo y su distanciamiento, cuando no hostilidad, entre administradores y administrados. El agotamiento de este modelo nos lleva necesariamente a la construcción de una alternativa basada en un proyecto cooperativo en donde administrados y administradores comportan objetivos y analicen los medios y fines de una buena gestión de la función pública en la que todos ellos están involucrados.Las políticas públicas incrementan su eficacia cuando los sectores sociales a las que van dirigidas intervienen en el señalamiento de objetivos y prioridades, en el control de plazos y de calidades de los elementos que las componen.

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