En México el ejecutivo federal ha dispuesto, en el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, reformar la administración pública y para ello definió una agenda de buen gobierno que consta de seis estrategias, a saber: 1. un gobierno que cueste menos; 2. de calidad; 3. profesional; 4. digital; 5. con mejora regulatoria, y 6. honesto y transparente.El proceso de reforma según la percepción de una muestra de servidores públicos de nivel superior, captada en una reciente encuesta de opinión, perfila, entre otras, las siguientes percepciones:1) Medidas de innovación introducidas: a) reducción de personal y austeridad en el gasto; b) certificación de procesos de calidad (ISO 9000); c) implementación del servicio profesional de carrera; y d) introducción de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.2) Factores que han dificultado las reformas: temor a los cambios; excesiva normatividad; insuficiente cultura de evaluación. Obstáculos que se vienen superado mediante: la capacitación y participación del personal; y el apoyo de los mandos superiores.3) Introducción de la reforma: a) inicio con el mandato de las Oficinas de la Presidencia; b) puesta en marcha en el ámbito institucional por los oficiales mayores; c) organización de redes para su implementación. En cuanto al grado de aceptación se observa: a) rechazo al comienzo, b) falta de un claro impulso inicial; c) acatamiento como obligación; y d) difícil vencimiento de inercias.4) Opinión personal sobre las reformas y sobre su eficiencia y eficacia: a) es más eficaz en algunas áreas, los resultados no son simultáneos ni homogéneos; b) la sobrerregulación impide autonomía necesaria a directivos; c) no está vinculada a la reforma del Estado; d) no debilita la función pública; y f) ayuda a mejorar la prestación de servicios.5) Papel de la cultura administrativa: a) no hubo una preocupación por los aspectos culturales al introducir las reformas; b) la capacitación técnica y sobre valores ayuda al cambio cultural; c) la alta formación profesional facilita el cambio cultural; y d) se modificaron patrones de comportamiento por temor a ser desplazados.6) La reforma no es sólo una moda y tiene proyección a futuro: a) cuando se plasma en una ley; b) por la aplicación y uso de la tecnología, lo cual es irreversible; c) la permanente aspiración de servir mejor a la sociedad impulsa las reformas; y d) temor de los políticos al castigo del voto si no atienden demandas de mejorar los servicios.7) Influencia política en la reforma: a) sí influye la política, positiva o negativamente, b) la reforma no es una medida tecnocrática, está mezclada con la política; y c) la intervención de los sindicatos puede ayudar o retrasar la introducción de la reforma.Por todo lo anterior, afirmamos que la reforma administrativa no es obra exclusiva de la gerencia, ni se trata de un problema sólo técnico, por cuanto el Estado no puede ser administrado como una empresa privada y sus "mejores prácticas" (enfoque reduccionista). Por lo contrario, y sobre todo, es objeto de las ciencias del comportamiento y de la tecnología de acción social para hacer aceptables y operativas las innovaciones en la Administración Pública (enfoque holístico).

Español