El tema de la defensa de los intereses del Estado ha sido poco discutido y estudiado en el pasado. Nadie sabe con certeza cuánto le cuesta al Estado defenderse. Sin embargo, cada día más los gobiernos están cayendo en cuenta que a todos nos cuesta mucho que el Estado no tenga una adecuada política de defensa de sus intereses. Los dineros públicos que destinamos a pagar cuantiosas demandas judiciales y arbitrales son los mismos que dejamos de invertir en infraestructura, salud, educación y programas sociales. Recién nos percatamos que la defensa de los intereses patrimoniales del Estado debe ser un complemento necesario de los programas de reforma fiscal e institucional. Entonces, ¿cómo hacer para defender mejor al Estado? Se examinarán algunas experiencias en la región, identificando debilidades, problemas comunes y recientes historias de éxito, se propondrán también algunas herramientas para diseñar y fortalecer una estrategia de defensa de los intereses del Estado.

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