Intentaremos definir un modelo para generar el primer entusiasmo por estudiar el tema de la evaluación de los impactos de la gestión publica, en escenarios especialmente vertiginosos y en donde los ciudadanos, informados como nunca antes en la historia, cada vez exigen mas y mejores inversiones del Estado y en áreas en que ellos se vean directamente beneficiados.Pretendemos demostrar que un modelo para evaluar el impacto de la gestión, siendo un tema de gran complejidad, puede aceptar análisis y exámenes sencillos que nos lleven en una primera aproximación a tener antecedentes comparables respectos son atribuibles a la propia intervención del programa de una administración pública determinada.Así pensadas las cosas, es posible señalar que estas evaluaciones pueden también descubrir la presencia de consecuencias no previstas en los beneficiarios, sean estas positivas o negativas, las cuales cuando se trata de los más pobres tienen especiales incidencias en las políticas públicas implementadas a través de los órganos del Estado. Y esto si tiene mucho que ver con la probidad y con al corrupción, en cuanto a que la acción fallida del Estado atenta en contra de las esperanzas, las confianzas y las expectativas de los ciudadanos.Los modelos en verdad son aproximaciones pro tanto no podríamos afirmar si son buenos o malos y en este sentido uno relativo a la evaluación de impactos debería contener toda una estructura de información que permita avanzar en el propósito y en tal sentido poder responder a algunas interrogantes como por ejemplo; ¿De que manera el programa afectó a la población beneficiaria? ¿Los mejoramientos que se aprecian son consecuencia directa del proyecto o se habrían producido de todas formas? ¿El programa requiere de ajustes después de obtenida la información de evaluación? ¿Se justificaron los costos? ¿Qué pasó que los beneficiarios no están satisfechos? ¿Hubo efectos no pensados que alteraron lo cotidiano?Nuestro documento está destinado a acreditar algunos de los elementos relevantes y pasos a seguir cuando se trata de intentar un proceso de evaluación de impactos y en tal sentido precisaremos el alcance de las metas que se pretende alcanzar con la intervención de la situación actual, haciendo hincapié en los aspectos positivos y negativos posibles; a su vez será importante referirnos a la trascendencia de los cambios en términos de los beneficios esperados en el segmento de la población beneficiaria de la acción pública y en ello, destacando las propias percepciones de los ciudadanos y finalmente modelando bajo condiciones y percepciones que se espera cambiar y/o satisfacer con la acción de las administraciones públicas.Por otra parte se busca hacer claridad en la necesidad de tener bases de referencia para comparar adecuadamente, cuando lo relevante es el análisis de los cambios producidos, y es necesario entonces ver la situación sin la intervención y después de ella y para ello, creemos que resulta básico disponer de un sistema de monitoreo que permita seguir sistemáticamente las condiciones de cambio que van experimentando las familias y los ciudadanos sujetos de la experiencia de la inversión pública. El proyecto termina obviamente con una evaluación final de los logros, debidamente acreditada en los indicadores ya sean estos cuantitativos o cualitativos.

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