El presente trabajo hace una revisión de las principales tendencias en el empleo, las reformas económicas y el crecimiento económico en América Latina desde la década de los años 90. El planteamiento central que anima la revisión es que una de las más grandes frustraciones de las dos últimas décadas de desarrollo en América Latina es el deterioro de los mercados de trabajo, que no han logrado recuperar su capacidad para generar empleos bien remunerados y con mínimos de protección social, los salarios no han mejorado sustancialmente para amplios núcleos de la población asalariada y las instituciones laborales se han debilitado.A partir de una revisión de las políticas de desarrollo y de la evolución de la competitividad de la región, se constata que el crecimiento de ella no ha sido conducente a la creación del empleo. De ahí que el desempleo y la informalidad se hayan convertido en grandes obstáculos al crecimiento equilibrado de la región. La región se ha enfrentado también a la incapacidad para reducir significativamente la desigualdad y la pobreza. En el fondo de este asunto se encuentra, precisamente, su debilidad para generar empleos. La reducción sostenible de la pobreza requiere inevitablemente de una mejora en la desigualdad y de un sólido proceso de creación de empleos.El trabajo aborda el vínculo entre pobreza, desigualdad y empleo. A partir de micro datos para dos países, Brasil y Chile, se investiga el papel de diversas variables socio-demográficas y de empleo en la determinación de la pobreza y la desigualdad. Ello se hace a partir de un análisis de la incidencia de la pobreza, de la probabilidad de encontrarse en pobreza -mediante técnicas probit, y mediante análisis de descomposición del cambio en los ingresos y salarios y del cambio en la desigualdad de los mismos, siguiendo las metodologías de Fields (2002), Gindling y Trejos (2004), Juhn, Murphy y Pierce (1993) y Yun (2001). Mediante este análisis se encuentra que las condiciones de empleo efectivamente juegan un papel muy importante en los cambios en la desigualdad y la pobreza, y que los cambios en el ingreso y su desigualdad tienden a estar denominados por cambios en los "precios" de los atributos socio-demográficos y laborales, más que por cambios en estas mismas características. A lo largo del trabajo se plantean derivaciones de política de desarrollo y de empleo que apuntan a una intervención más activa que mejore la capacidad productiva de grupos laborales y que aumente la creación de empleos.

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